Frases

y solo eso,

anuncian una débil llegada

por medio de mensajes,

extraños y vacilantes

como la luz.

de una estrella

opacada

en algún

lugar del mundo,

piensas que logras algo

con ser,

vistes como

misterio de cautiverio,

pero

son solo estrofas 

de una mala canción,

aún así

sigues el rebaño,

haces lo que dicen,

eres lo que hacen,

ayudas a creer,

crees lo dicen,

haces o

no haces,

te divierte, 

te oprime,

te libera,

te subyuga,

donde esta tu mente

ahora que no alcanzas

ni miradas,

tal ves,

aún no te repones

de aquella caída

mortal y 

pides perdón a un

ser absoluto,

que no redime culpables

de motivos,

buscaste entre tus hijos,

volteaste la mirada, 

encendiste el fuego

con tu antorcha,

la fúnebre

ceremonia 

de algún

Heroe Mitológico,

aun así,

sigues el rebaño, 

aun si, 
permites

que te juzguen

por no rezar

sus mismos rezos,

ni llorar 

sus mismas lagrimas,

no significaste nada, 

solo fuiste tú,

y se burlaron,

aún así

sigues el rebaño, 

esperando cruzar las esperanzas,

no veo al camino 

solución concreta,

solo miradas y

acusaciones mutuas,

quien eres despues de todo,

un fantasma del sistema

que busca oro fácilmente,

no fue así,

estuviste,

escuchaste,

creíste,

pensaste,

sentiste,

asumiste internamente,

pero de que sirve tanto esfuerzo

cuando el ruido es el aliado,

presenciaste algún fenomeno extraño

o sentistes presencias cuestionables,

a lo largo del tiempo despertaste de la nada

y bautizaste un capricho,

Mujer...

no veas mis pecados,

perderías el sentido,

y no llamo a que me sigan,

por que no pretendo ser 

lo que no he sido,

ni soy lo que pretendo,

no quemo como el fuego 

ni mojo como el agua,

solo expiro,

como un último recurso,

mi amor,

ya no sigo aquel rebaño,

pero dime

que haces tú

para entender tanto odio,

entonces,

aún así,

sigues el rebaño.

LUIS ALBERTO MORALES GUTIERREZ