Antes de tomar el vuelo cometí todos los errores que un hombre puede cometer, supuestamente me esperaba mi abuelo en Nueva York y esa información no la sabia nadie, al llegar estaban unos personajes con un letrerito que decía Luis Alberto Morales, y se movían entre una turba de gente bastante grande. Llegar a una ciudad de mas de veinte millones de habitantes , la mas grande del Planeta, no es broma. Al pasar por la aduana siempre recuerdo la cara del policía que luego de revisar mis pocas pertenencias me dijo con mucho énfasis, pero de forma muy cordial , Dr. no se acerque a la frontera, con un respeto que me sorprendió. Luchito, Luchito- gritaban unos personajes que no lograba siquiera ver bien, tampoco conocía a las personas que me estarían esperando. El Aeropuerto era inmenso y caótico, me llevaron a un auto, y salimos de ahí, luego me hablaban y me hablaban y yo me sentía como la nada misma, pasaban y pasaban los edificios como si cada avenida fuera cinco veces la avenida O'higgins en Santiago, que locura, mientras mis anfitriones me hablaban y me hablaban, yo bueno, a pesar de ser gente muy conocida en Chile y muy amigos de mi padre, los miraba y me bajaba la paranoia de saber si eran de verdad ellos o no, pero al margen, dos horas nos demoramos en llegar al departamento, y a gran velocidad, en esas avenidas no se cruza ni el viento, igual no diré a cuanto íbamos.Lo único que logre advertir, por que era de noche, fue que la UNAM era enorme y las circunvalaciones y los anillos viales ya existían allá y eran inmensos, el doble de la Av. Kennedy de acá o el triple de ancho, es un impacto fuerte, recordada a algunos amigos que lloraron en el Aeropuerto de Maimi y no es para menos , en fin.Estaba en primera fila viendo al verdadero ballet Bolshoi, me fui a sentar en los últimos asientos del Auditorio y no pude aguantar las lagrimas, en la mañana me habían avisado que mi abuelo, había sufrido un accidente vascular y había fallecido en Nueva York, mi viaje no tenia sentido ... ...

Antes de tomar el vuelo cometí todos los errores que un hombre puede cometer, supuestamente me esperaba mi abuelo en Nueva York y esa información no la sabia nadie, al llegar estaban unos personajes con un letrerito que decía Luis Alberto Morales, y se movían entre una turba de gente bastante grande. Llegar a una ciudad de mas de veinte millones de habitantes , la mas grande del Planeta, no es broma. Al pasar por la aduana siempre recuerdo la cara del policía que luego de revisar mis pocas pertenencias me dijo con mucho énfasis, pero de forma muy cordial , Dr. no se acerque a la frontera, con un respeto que me sorprendió. Luchito, Luchito- gritaban unos personajes que no lograba siquiera ver bien, tampoco conocía a las personas que me estarían esperando. El Aeropuerto era inmenso y caótico, me llevaron a un auto, y salimos de ahí, luego me hablaban y me hablaban y yo me sentía como la nada misma, pasaban y pasaban los edificios como si cada avenida fuera cinco veces la avenida O'higgins en Santiago, que locura, mientras mis anfitriones me hablaban y me hablaban, yo bueno, a pesar de ser gente muy conocida en Chile y muy amigos de mi padre, los miraba y me bajaba la paranoia de saber si eran de verdad ellos o no, pero al margen, dos horas nos demoramos en llegar al departamento, y a gran velocidad, en esas avenidas no se cruza ni el viento, igual no diré a cuanto íbamos.Lo único que logre advertir, por que era de noche, fue que la UNAM era enorme y las circunvalaciones y los anillos viales ya existían allá y eran inmensos, el doble de la Av. Kennedy de acá o el triple de ancho, es un impacto fuerte, recordada a algunos amigos que lloraron en el Aeropuerto de Maimi y no es para menos , en fin.Estaba en primera fila viendo al verdadero ballet Bolshoi, me fui a sentar en los últimos asientos del Auditorio y no pude aguantar las lagrimas, en la mañana me habían avisado que mi abuelo, había sufrido un accidente vascular y había fallecido en Nueva York, mi viaje no tenia sentido ... ...

LUIS ALBERTO MORALES GUTIERREZ