La mañana abrió su velo con un brillo mágico, los mortales veían como un hombre se acercaba a las murallas de su ciudad, nadie sabia quien era este hombre, que viajaba solo y había aparecido de la nada, el Rey no quería dejarlo entrar por temor, pero sus mujeres lo convencieron que estaba solo y tal ves debía ser atendido, el Rey con desconfianza mando una guardia a buscarlo para inspeccionarlo mas de cerca, el hombre seguía caminando en dirección a la ciudad afirmado en un portentoso báculo de madera que por algún extraño efecto parecía brillar como el oro, su ropaje absolutamente blanco, su barba morena, su tez curtida por el sol abrazador del desierto, sus manos fuertes pero suaves, y su mirada profunda se detuvieron a observar la llegada de la guardia del Rey, los hombres desmontaron y al hacerlo sus caballos salieron corriendo de vuelta a la ciudad, el Rey les dijo a sus mujeres - ¡ven! algo trae ese extraño- en tanto la guardia, hizo el amague de desenvainar sus espadas a lo que el capitán les ordenó que no- esta desarmado - les dijo a sus hombres, acaso no lo ven- el extraño le preguntó con respeto- ¿quién es usted mi señor, que lo trae por aquí?- no teman - respondió -solo busco un lugar para descansar y luego continuar mi camino, pueden decirle a su rey que no me tema, no le haré daño a él ni a su pueblo, un soldado de la guardia se echo a reír, y su capitán lo increpo- calla - si mi señor- le respondió el guardia, no ven que está delirando por la fatiga- el extraño le dijo reposadamente -puede ser- esta ciudad se llama Ur , no extraño se llama Zigur- le dijo uno de los soldados -no, dijo aquella que esta allá y señaló con su mano un lugar donde no había nada - esta loco , o cansado- dijeron será mejor llevarlo o matarlo antes de que el rey nos maté a nosotros, el capitán no dijo nada, tal ves el soldado tenia razón, el Rey no era una persona muy estable su ego, sus vicios y sus mujeres, lo habían convertido en un ser impulsivo y malvado - extraño dinos tu nombre- el hombre les dijo- Soy Ur el Inmortal ... ...

La mañana abrió su velo con un brillo mágico, los mortales veían como un hombre se acercaba a las murallas de su ciudad, nadie sabia quien era este hombre, que viajaba solo y había aparecido de la nada, el Rey no quería dejarlo entrar por temor, pero sus mujeres lo convencieron que estaba solo y tal ves debía ser atendido, el Rey con desconfianza mando una guardia a buscarlo para inspeccionarlo mas de cerca, el hombre seguía caminando en dirección a la ciudad afirmado en un portentoso báculo de madera que por algún extraño efecto parecía brillar como el oro, su ropaje absolutamente blanco, su barba morena, su tez curtida por el sol abrazador del desierto, sus manos fuertes pero suaves, y su mirada profunda se detuvieron a observar la llegada de la guardia del Rey, los hombres desmontaron y al hacerlo sus caballos salieron corriendo de vuelta a la ciudad, el Rey les dijo a sus mujeres - ¡ven! algo trae ese extraño- en tanto la guardia, hizo el amague de desenvainar sus espadas a lo que el capitán les ordenó que no- esta desarmado - les dijo a sus hombres, acaso no lo ven- el extraño le preguntó con respeto- ¿quién es usted mi señor, que lo trae por aquí?- no teman - respondió -solo busco un lugar para descansar y luego continuar mi camino, pueden decirle a su rey que no me tema, no le haré daño a él ni a su pueblo, un soldado de la guardia se echo a reír, y su capitán lo increpo- calla - si mi señor- le respondió el guardia, no ven que está delirando por la fatiga- el extraño le dijo reposadamente -puede ser- esta ciudad se llama Ur , no extraño se llama Zigur- le dijo uno de los soldados -no, dijo aquella que esta allá y señaló con su mano un lugar donde no había nada - esta loco , o cansado- dijeron será mejor llevarlo o matarlo antes de que el rey nos maté a nosotros, el capitán no dijo nada, tal ves el soldado tenia razón, el Rey no era una persona muy estable su ego, sus vicios y sus mujeres, lo habían convertido en un ser impulsivo y malvado - extraño dinos tu nombre- el hombre les dijo- Soy Ur el Inmortal ... ...

LUIS ALBERTO MORALES GUTIERREZ